QUERIDA MABEL HASTA SIEMPRE

MABEL MANZOTTI
QUERIDA MABEL GRACIAS POR TU ENTREGA , TU COMPROMISO CON EL TEATRO Y LA VIDA , COMPROMISO DE AMOR .
 SOS ... UNA MUJER IMPRESINDIBLE . GRACIAS Y HASTA SIEMPRE . 
ESTAS ENTRE NOSOTROS.

ACTRIZ, DOCENTE , MUJER DE TEATRO
UNA DE LAS MADRES, CREADORA  Y FUNDADORA DE DRAMATIZA

Nacida en La Violeta, partido de Pergamino, creció cerca de la disciplina de su abuela. A la edad de cuatro años, ya instalada con su familia en Valentín Alsina, comenzó sus estudios escolares, los que continuó en la Escuela Nº38. Graduada como maestra en 1955, comenzó a estudiar posteriormente en el Conservatorio Nacional de Arte Escénico, debutando en 1959 con la obra teatral El farsante más grande del mundo, con Alfredo Alcón y Osvaldo Bonet.[3]
Desde principios de la década del `60 se lució en espectáculos como El novio (1962), en el Teatro Coliseo, Los fantásticos (1962), con autoría de Tom Jones y dirección de Edgardo Cané, El dedo gordo (1963), con Susana Rinaldi y Marty Cosens, y Paren el mundo, quiere bajar (1965), en el Teatro Embassy. Durante las temporadas teatrales de 1967 y 1969 acompañó a Libertad Lamarque en su exitosa pieza teatral Hello, Dolly!, de Daniel Tinayre en el Teatro Odeón. Se desempeñó como vedette en el reconocido Teatro Maipo y participó en 10 películas hasta su muerte.
Sin embargo, su popularidad llegaría a fines de los años `60 con su personaje de Bochita en el ciclo televisivo El botón, comedia con Alberto Olmedo y Jorge Porcel. En 1970 realizó su primera intervención cinematográfica en Blum, de Julio Porter para Producciones Salvador Salias, encarnando a Renata. Luego, se la pudo apreciar en películas picarescas como Vamos a soñar por el amor (1971), con Niní Marshall y Menchu Quesada, y ¿De quienes son las mujeres? (1972), de Catrano Catrani.
Protagonizó unipersonales y actuó en comedias musicales como la ya mencionada Hello, Dolly!, Mame (1970), en el Teatro Cómico, Los ángeles de Vía Veneto (1971), con la protagonización de Darío Vittori en Mar del Plata, y en la obra dramática La señora Klein. Ha recibido los premios Talia como Mejor Actriz (1965) y Revelación del Año (1962), el Estrella de Mar (1985), el premio Municipal por Memorias de un adolescente, el Molière por su actuación en el unipersonal ¿Y por casa cómo andamos? y el premio Pepino. En 1981 se le otorgó el Konex como Mejor Actriz de Unipersonal, respectivamente.[4] [5]
Después de incursionar en la serie Gorosito y señora al lado de Santiago Bal, en 1976 cumplió su primer rol importante en cine con Sola («alone», en inglés) bajo las órdenes de Raúl de la Torre. Para 1979 compuso a Felisa en El rey de los exhortos. Durante la década del `70 y `80, con la última Dictadura Militar y el inicio de la Guerra de las Malvinas, se redujo su trabajo y comenzó a interesarse por la política, cumpliendo labores en el radicalismo junto a Raúl Alfonsín y militando en la UCR (Unión Cívica Radical).
En 1986 interpretó a la amiga de Dora Baret y Graciela Borges en Seré cualquier cosa, pero te quiero y en 1992 formó parte del elenco del musical Gypsy, llevado a cabo en el Teatro Astral bajo la dirección de Omar Cyrulnik. En 1996, tras diez años sin actividad cinematográfica, retornó a éste medio con Besos en la frente, con China Zorrilla y Leonardo Sbaraglia. El 10 de diciembre de 1999, reemplazó en el cargo de Diputada de la Nación Argentina a la política Graciela Fernández Meijide.[6] Durante su mandato, propuso aproximadamente 70 proyectos, de los cuales se destaca "el promover de la política educativa nacional que fomente la presencia del Teatro en la educación", de 2001 (último año de su cargo).
Durante los últimos años se ha especializado en el teatro y la televisión, llegando a rodar solamente tres películas desde 1996 a 2012: el corto Yo quiero ser bataclana (2005), El regreso de Peter Cascada (2005), basada en un argumento de Sergio Bizzio y Más que un hombre (2007), interpretando a Doña Dominga. Por su parte, en el medio teatral se ha destacado con espectáculos como El alma de papá (2006), con Juan Manuel Tenuta, y La pipa de la paz (2009).[7] Pero especialmente Síndromes (unipersonal, 2004) fue su retorno al género humorístico, donde compuso una veintena de personajes que demostraron los problemas de la sociedad actual.[8]
En 2008 encaró un papel de reparto en la popular serie diaria Vidas robadas, donde acompañó al actor Carlos Portaluppi, quien hizo de su hijo en teatro.[9] Sin embargo, desde la década del 90, se presentó por diversos teatros nacionales con su unipersonal Más vale tarde que nunca, espectáculo que ya se convirtió en un clásico de su repertorio.
Una de sus últimas apariciones públicas fue a fines de 2010, cuando fue homenajeada en la entrega de los premios Hugo, por su trayectoria y aporte al musical argentino. A principios de 2011, la actriz sufrió un accidente cerebrovascular, que le originó la parálisis de la mitad de su cuerpo y debió ser asistida por respirador. Falleció como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio el 25 de enero de 2012 a los 73 años en la clínica La Providencia, luego de permanecer internada ahí durante un mes, y sus restos serán inhumados en el Panteón de Actores del cementerio de la Chacarita.[10


notas sobre su carrera
http://www.pagina12.com.ar/diario/espectaculos/6-32767-2004-03-17.html
http://www.laopiniondelagente.com.ar/opinion.asp?id=108&nombre_tema=Arte+y+Cultura&id_subtema=1&nombre_subtema=Arte
http://culturavillanueva.blogia.com/2008/030601-mas-vale-tarde-que-nunca-de-mabel-manzotti.php

ESTA ES UNA NOTA DE MABEL AQUI HABLA DE MABEL Y DE SUS IDEALES


Cuando hablamos por teléfono para acordar el encuentro, me dijo: “No lo pensemos como reportaje. Venite, charlamos y después vemos que sale”. Esa misma naturalidad fue la que me hizo sentir que la situación fue realmente un encuentro con una ciudadana más que trabaja, que busca, que piensa y que siente.

La señora Mabel Manzotti, según sus propias palabras, trabaja desde los trece años. Hizo películas, teatro, musicales, monólogos... Recibió importantes premios como el Moliere y el Konex de Platino. Fue diputada de la nación, y hoy continúa comunicándose con su público haciendo “Mas vale tarde que nunca”, en el Teatro del Viejo Concejo, de San Isidro. (Ver comentarios)


Mabel Manzotti tiene mucho para decir, y disfruta decirlo desde un escenario.

Lo que a continuación transcribimos –parte de la charla- es algo que, según La Opinión de la Gente, debe quedar registrado como una de tantas páginas importantes de nuestra futura historia.
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La Opinión (de la gente): El teatro –o el arte en general- ¿puede ser una herramienta útil en la búsqueda de mejorar la calidad de vida?

Mabel Manzotti: No tengas ninguna duda que sí. Yo te puedo hablar del teatro en la escuela, porque trabajé y sigo trabajando en ese tema. La única provincia donde se está aplicando esto como materia curricular es Mendoza. Y se está aplicando pero como extracurricular, en escuelas de la provincia de Buenos Aires. El resultado es increíble: cambia conductas, saca chicos de las sectas, saca chicos de la calle, les baja pero de una manera increíble la violencia. Y... hace chicos creativos.
Los resultados van desde mejorar la capacidad de expresarse, tanto verbal como corporalmente, hasta aumentar la autoestima. Ojo que estoy hablando de teatro en la escuela. Porque una cosa es hacer pedagogía teatral para formar actores y otra es para la escuela. No tiene nada que ver una cosa con la otra. La persona que te puede ofrecer fundamentos muy sólidos sobre este tema es la profesora Ester Trozzo. Ella vive en Mendoza, trabaja en el Nodo Mendoza (de la Red). Ester tiene una cantidad impresionante de material y varios libros editados. Te digo su mail para que cualquier persona que necesite información se ponga en contacto con Ella. serveras@dynastar.com.ar.

Nosotros, me refiero a la Red Nacional de Profesores de Teatro – DRAMATIZA- tuvimos adhesión de personas muy importantes como Alesso, que nos mandó su por qué SI el Teatro en la Escuela. También Tito Cosa, Alejandra Boero... y otras personas muy importantes. Juan Carlos Gené, Carlos Gorostiza, Kive Staiff...

Y bueno, esa fue mi lucha... breves meses, que no alcanzaron a ser dos años, que estuve en la Cámara... y sigo en la misma, sigo luchando, esto tiene fecha de ahora. (me acercó una resolución del Ministerio de Educación por la cual adhería al “2do Encuentro de la Red Nacional de Profesores de Teatro – DRAMATIZA”).

L. O.: Conociendo que realmente es importante, que a través del teatro en la escuela los chicos agregan mucho en positivo ¿por qué tanta dificultad en implementarlo?

M. M.: Mucho tiene que ver la cuestión económica. Si no hay plata para pagar el incentivo docente... Tiene que haber plata para crear la cátedra, para crear las horas cátedra...

Pero también sucede que la parte artística está copada por: DIBUJO, que es plástica, que es tradicional, vos seguro que la hiciste, yo también la hice, la hicimos todos... y MUSICA, que también todos la hicimos. Esas horas hay que repartirlas con Teatro. Después hay que ver cómo se implementa. Porque si vos decís que la hacés opcional, todos los chicos, porque les resulta mucho más divertido... van a querer anotarse en teatro. El tema es conseguir que las tres materias se complementen. El teatro necesita de la música y del área plástica. Te digo que, según los académicos, eh? el principal enemigo del teatro en la escuela, son los de música y plástica. Porque no quieren repartir horas.

L. O.: Su trabajo le permitió conocer distintos lugares del país y del mundo. ¿Hay públicos diferentes en nuestro país?

M. M.: Mirá, Yo te digo que en cualquier lado... las cosas que yo hago, por lo menos el teatro que yo hago, en cualquier lado lo entienden. Porque aún cuando yo hacía La Señora Klein, que decían que era para un cierto público, para un público que tuviera algo que ver con el psicoanálisis, nos fuimos a Mendoza, nos fuimos a Salta, nos fuimos a Tucumán... y la gente entendía perfectamente que ahí lo que había era un conflicto de poderes entre madre e hija, y alguien de afuera que quería ocupar el lugar de la hija, y desbancar a la hija... se entendía perfectamente.

L. O.: Hay cambios importantes, sobre todo los que tienen que ver con comunicación, internet, informática... que han influido de muchas formas en nuestras costumbres, ¿el teatro también se ve afectado por esos cambios en las actividades?

M. M.: Mirá, yo estoy haciendo teatro, recién empecé la semana pasada, después de estar bastante tiempo -tres años- sin hacer nada... y también me asombro de que la gente vaya. Porque lo que puede hacer la Municipalidad de San Isidro en este caso, no es un gran despliegue publicitario, y además tiene que hacerlo con un presupuesto mínimo. Siempre, para la cultura... no hay plata. Sin embargo la gente va. Será por las FM, será por los diarios zonales, será por el boca en boca... pero esto va creciendo.

La gente busca refugio en el teatro... busca refugio, para ver algo distinto. Por más que en este momento estuve chequeando y dije, hay ficción hasta en la televisión para el verano... o sea que significa trabajo para los actores. Y lo que vi... no me disgustó.

Yo no creo en LA PROPAGANDA teatral, o sea, en las grandes inversiones para poner grandes avisos. Sigo creyendo más en el boca a boca, sigo creyendo más en la información. Informemos. Después el público decide. A este actor lo vengo siguiendo..., voy, no voy..., evalúo el precio de la entrada... También la gente debe elegir por el precio de la entrada...

L. O.: Los jóvenes, ¿se siguen acercando al teatro?

M. M.: Claro, pero los jóvenes tienen su circuito, porque quieren ver espectáculos que hablen a lo mejor de otras cosas. Yo sigo contando las cosas que a mí me pasan, las cosas que a mí me interesan y las cosas que le pasan a la gente de mi generación. Si eso roza a la juventud y se enganchan por eso, porque se sienten identificados, tal vez no por lo que le pasa al personaje, sino que se pueden sentir identificados con algún hijo del personaje... y... si querés revisar tu conducta, revisala... pero yo sigo contando lo mío, no? o sea, a medida que voy cumpliendo años me van pasando cosas. Puedo cambiar la óptica...

L. O.: ¿Cómo se imagina los jóvenes comprometiéndose con el futuro?

M. M.: Yo creo que los chicos están muy descreídos de la política y tienen por qué. Pero no es de la política, porque política es ir acá a la vuelta a la verdulería y decidir si comprás tomates o no los comprás. Todo es un acto político, pagar una cuenta, ver que te viene un aumento que no estaba dentro de tu presupuesto, que te van a aumentar el colectivo. Todo es un acto político. Y el chico tiene que decidir, tiene que aprender, tiene que meterse... Ahora, descreídos de los políticos es otra cosa... Y mucho de más aquel político que vive de la política. Aquel que: hoy es diputado, mañana es senador, después es asesor del senador y asesor del diputado. Después es concejal, vuelve pa’tras, pero siempre está... y todos quieren ser presidentes! Como mínimo! Porque Vicepresidenteeee... no les interesa, porque es el que toca la campanita en el senado, según lo que dicen los políticos.

L. O.: ¿Cuál fue su móvil para involucrarse en la actividad política?

M. M.: Yo me metí a opinar, A OPINAR, después de la Guerra de Malvinas. A mí Malvinas me agarró fuera del país. Me agarró haciendo uso de mi Premio Moliere, y leyendo los diarios... en Francia leía yo, y en Italia leía mi marido. Y el opinaba, EL OPINABA, era una expresión de deseo, no? que esa opinión estaba manejada por Gran Bretaña y por Estados Unidos. Y sin embargo yo, usando la cabeza, decía: “NO, esta es la correcta. La que nos dan por teléfono a nosotros, que para desempatar hacen falta nueve a uno... esa no la puedo creer, esto es como dice el mismo diario de acá”. Yo no registraba prácticamente nada de lo que veía, porque estaba pendiente de lo que pasaba acá. Cuando llegué... así como UAUUU!!! me tiraron como gran información que la gente daba los anillos, daba esto, daba lo otro... ¡Donde fueron a parar las alianzas de la gente, los aros de la gente...! ¿Dónde fue a parar todo eso? Nunca se supo!. Y ahí yo empecé a indignarme. Y ahí empecé a hablar, a opinar... “hay que hacer algo”, “hay que meterse en algo...” Y ¿dónde me meto yo?, ¿en qué partido...? Bueno... empecé a militar en el radicalismo. Y me enganché con Alfonsín, y seguí enganchada con Afonsín. A él le hacía falta una persona en un lugar determinado de la lista... y me llamó y me dijo: “la necesito”. Y yo dije está bien, si usted me necesita... me meto. Porque si no estamos siempre criticando desde afuera... y no vamos a sentarnos en una silla durante horas y horas para aprender lo que hay que hacer y HACERLO. Y con tan poco tiempo que tenía, ¿de qué me agarré? Me agarré de lo que me interesa a mí. De lo que me hablaron mis maestros durante toda la vida. Cuando te digo maestros te digo Cabanellas, Osvaldo Bonet... me decían: “el teatro tiene que ser materia en la escuela”. Y en eso me puse a trabajar.

L. O.: Usted hasta ese momento, había desarrollado toda una trayectoria con gente de teatro, con gente de cine, con actores, directores... Con la gente de “la política”, ¿se encontró con un grupo humano diferente, con valores diferentes?

M. M.: Mirá, vos a los amigos los elegís, supongo. (Sonrisa) Vos no sos amigo de todo el mundo en tu trabajo. Bueno, yo ahí te puedo nombrar un montón de diputadas con las que sí me juntaba, que son Margarita Stolbizer, Alicia Colucigno, Marta Di Leo, Graciela Gastañaga, Graciela Inda que ya no está... Mary Cano (García de Cano), Linares (M. del Carmen), Sodá (María Nilda), Mabel Marelli... ya te nombré nueve, si? Para haber estado tan poco tiempo, nueve, es como mucho, no? Y otras cuantas más tenía, que ahora no me vienen a la cabeza y tengo miedo de olvidarme del nombre de alguna... también Liliana Lissi, que trabajó tanto con el tema discapacidad... pero esa es gente que vos veías que iban a trabajar! Yo iba a trabajar todos los días.

L. O.: Usted dice: los chicos descreen no de la política, sino de los políticos...
M. M.: Sí, dicen “los políticos son unos chorros...”. Y cómo no van a decir eso!, si hoy es senador nacional un político que alguna vez dijo públicamente que “en este país nadie hace la plata trabajando”!

L. O.: ¿Por qué tienen los chicos, o la gente en general, esa imagen de los políticos si usted me está contando que conoció a montones de personas muy importantes, muy trabajadoras... por qué no trasciende eso? ¿por qué no trasciende que hay mucha gente honesta y muy trabajadora en el ámbito de la política?

M. M.: No sé, será que no tiene prensa la gente trabajadora y honesta. Tienen prensa los demás.

L. O.: Mirando un poquito la realidad podemos convenir que la gente tiene razón al descreer, no?

M. M.: Al descreer, bueno! Pero que la gente crea en los que laburan! Y los apoyen a esos! Por eso yo te digo un montón de nombres de la gente con la que estábamos, con la que nos juntábamos, con la que podíamos comer, con la que podíamos compartir una mesa, sabiendo perfectamente que el que estaba sentado frente a vos, al lado tuyo, era un par tuyo de verdad! Podías compartir un momento fuera del trabajo con esa persona. Eran amigos incluso. Bueno...

Además la gente tiene que mirar quien es quien... si vos tenés una casa antes de llegar a la banca, tenés un auto, tenés... bueno... mis muebles no son valiosos, son los que tenía... si vos tenés lo que ya tenías, sí? Y presentaste tu declaración jurada, antes de entrar, y cuando salís ves que tu patrimonio sigue siendo el mismo, podrás tener algunos mangos más ahorrados, que además se los llevan los ladrones... (Hace poco tiempo ingresaron ladrones a su casa) Bueno, yo todo lo que tengo TODO LO QUE TENGO lo hice de bajo cero. Arranqué de bajo cero. Pero trabajo desde que tengo trece años.

L. O.: Hoy hay mucha comunicación, mucho cable, muchas propuestas, ¿cómo ve hoy los medios de comunicación, teniendo en cuenta esto que mencionó antes que “lo bueno no tiene mucha prensa”?

M. M.: Es que también veo por ahí mucho canal, mucha comunicación, mucha información... en manos de políticos. Entonces claro, la ley del intérprete, por ejemplo, como va a salir!, si hay gente metida adentro del Congreso a la que no le conviene que salga la ley del intérprete. Porque pasan una película y tienen que pagar, no sé, una cifra ridícula, te digo cualquier cosa... un peso por cada actor. Si hoy lo hacen gratis, como van a favorecer que salga la ley del intérprete. Todo pasa por la cuestión de bolsillo. Todo pasa por ahí. Y con ese criterio se manejan muchos medios.


L. O.: ¿Cuál fue la mayor satisfacción en su vida política?

M. M.: La satisfacción que tengo es haber formado parte de esta Red Nacional de Profesores de Teatro, que sigue creciendo, y que bueno... que aquí está. (Me vuelve a señalar resolución del Ministerio) Se le pidió auspicio al Ministerio para hacer un encuentro, que se hizo el 5 y 6 de diciembre. Llegó un poco tarde, pero llegó la adhesión. Y ESO ES UNA GRAN SATISFACCION.

Yo conseguí la aprobación de alrededor de 70 proyectos. Otro que para mí fue muy importante es uno que tiene que ver con el 24 de marzo. Para esa fecha (aniversario del golpe de estado de 1976), es obligación dar una charla sobre el tema en las escuelas, el proyecto que yo presenté era que se proyecte la película Botín de Guerra, y que después los chicos opinen. Que se proponga el debate. El proyecto fue aprobado, falta que se ponga en práctica.

L. O.: Hay muchas personas que se agrupan con diferentes objetivos. Algunas se agrupan para mejorar la seguridad del bario, otras que se agrupan para recuperar la fuente de trabajo SIN HACER JUICIOS DE VALOR, el tema es que hay mucha gente que está “tomando cartas en el asunto”. El Estado como administrador, ¿está desbordado? ¿no puede de golpe dar una respuesta a tanta demanda social?

M. M.: Mi opinión, también humilde es que: BASTA DE PONER GENIOS DE LOS NUMEROS COMO MINISTROS DE ECONOMIA! Vos tenés que poner como ministro de economía a alguien que no piense solamente en los números fríos y estadísticas frías. Porque decir “...un 20 % de desocupación”, se dice rápido. Pero esas son personas. Esa es gente. Es gente que no come, es gente que no puede viajar, que ni siquiera puede salir a buscar trabajo porque se le acabó la plata, se le acabaron los centavos para pagar el boleto... entonces... acá hay que pensar en UN MINISTRO DE ECONOMIA QUE ADEMAS DE CABEZA, TENGA CORAZON. Y si es un profesor de historia... bueno, que tenga asesores de economía. Pero basta de buscar genios.

L. O.: También podemos ver que hay gente trabajando gratis. Voluntariado es un término muy escuchado. Hay muchas instituciones donde hay gente que realiza distintas actividades, obreros, amas de casa, profesionales...

M. M.: Claro, pero forman parte del grupo de gente que dice ALGO HAY QUE HACER, y que en fondo es ALGO TENGO QUE HACER. No es que algo hay que hacer, algo tengo que hacer. Y qué puedo hacer yo, yo que no tengo trabajo, que no tengo entradas, y quiero hacer algo, qué se hacer? Soy plomero?, bueno, voy a ofrecer mi trabajo de plomero para ESTE lugar, que YO CONOZCO. La gente cree en lo que ve, entonces aquí yo veo que hay un comedor, y que le dan de comer a los chicos. Entonces voy a poner mi granito de arena, y voy a poner mi trabajo, otra cosa no puedo poner. A lo mejor porque mi hijo también está comiendo ahí, está al mediodía o tomando la leche. Tal vez está el hijo de mi vecino...

La gente está buscando hacer lo que puede hacer. Quiere organizarse, quiere participar, porque ve las cosas que están pasando. Todas estas cosas yo de alguna manera las he dicho en mis espectáculos. De alguna manera las he dicho. Que decía yo en el ’93 en un espectáculo: “que tiempo estamos viviendo, ya no alcanza, perro, alarma, rejas y dentro de poco un cañón en la terraza”.

Ahora estoy escribiendo otro espectáculo, parece que ha llegado el momento del cañón en la terraza. Ahora, qué cañón ponemos, no es cosa de andar bajando gente por la calle porque pasa por tu vereda. Cómo lo organizamos. Claro, porque yo me manejo con el humor, con la ironía... y todo esto. Pero si nos equivocamos qué hacemos.

L. O.: Si juntamos, que en el Voluntariado vemos “personas que han tomado cartas en el asunto” con esto que mencionamos que “los vecinos se agrupan para solucionar sus propios problemas”, ¿le tocará el turno a los dirigentes? ¿la gente también va a decir BASTA, “vos tenés una responsabilidad y si no la cumplís voy a empezar a buscar la forma de ocupar yo ese lugar?

M. M.: Yo tenía muchas esperanzas de que de las asambleas populares salieran nuevos líderes. Saliera nueva gente. Pero lo que pasa es que a la gente le gusta opinar pero no le gusta mojarse los pantalones. Ese es el tema. El tema es IR Y METERTE, y después decidís: sigo o no sigo. Me dedico a esto o no. O ya está, que venga otro ahora, a ocupar este lugar. Yo en lo personal hice eso, que venga otro a ocupar este lugar.

L. O.: Tema futuro, tema jóvenes: Hubo una época en que los padres trataban que sus hijos estudiaran algo determinado, hacer una carrera, asegurar el futuro... una posición socioeconómica... hoy por hoy ser médico o ser ingeniero ya no es una garantía...
M. M.: No, no, es una garantía de que vas a ser un taxista o vas a manejar un remise.
L. O.: Entonces, hoy los chicos dicen no, no quiero ya estudiar medicina, (o cualquier carrera tradicional) quiero estudiar iluminación... (o algo menos convencional) se respeta más la vocación?

M. M.: Mirá yo creo que además DEBE pasar el cambio por ahí. Creo, no? creo modestamente... nunca digo: yo tengo la verdad, pero... hacer un marketing, a ver qué es lo que hace falta, qué se necesita, ¿dónde puedo tener un despliegue de lo que yo aprendo en la escuela, o en la facultad? Que se le respete al chico elegir eso, no? pero que no sea el padre el que le diga yo quiero que seas médico, o quiero que seas abogado. Acá tenemos tres adolescentes, (se refiere a sus tres nietos) uno: artes visuales, el otro va a seguir mecánica, y el otro quiere ser constructor. Bueno... hay que apoyarlos! a ver que es lo que pasa, si después se arrepienten... podrán cambiar. No es el fin del mundo que digan no, esto no es para mí.

L. O.: Hablábamos de estos programas que de alguna manera proponen que se puede acceder al éxito a través de un sorteo, cuando hay gente que ha estudiado para estar atrás de una cámara, ha estudiado para aprender a hablar, a expresarse, a ...

M. M.: Pero eso pasa en todos lados eh?, yo miro mucho televisión española, toda la tarde también la tienen ocupada por programas del corazón... y que si la duquesa de tal se estiró la cara y que si... o sea, tienen otros programas, también allá hay gran hermano. Es... la globalización. La globalización en vez de hacernos bien, nos hizo un daño terrible. Ese es el tema.

L. O.: ¿Cuál es su forma de definir el ÉXITO?

M. M.: Te puedo contar una anécdota. Estábamos dentro de un plan de la Ciudad de Buenos Aires, que era Teatro en el Barrio y la Escuela. Nos tocó hacer funciones en el Otto Krause, en algunas escuelas técnicas, en algunas facultades, y me tocó una en el Colegio Nicolás Avellaneda. Los alumnos estaban como medio enojados porque había gente del barrio... “es para nosotros la función”, decían. Y yo desconocía como era este “tratamiento nuevo” ahora de las escuelas... bueno, la cosa que había señoras de edad sentadas más adelante, después había chicos, parados, sentados, todos desparramados por ahí... Termina la función y el director nos invitó un café, estábamos sentados, hablando, “qué importante que es esto...”, “...los chicos no van al teatro, llevémosle el teatro a la escuela...”. El mismo que pueden ver en un teatro. No un teatro especialmente preparado PARA. De repente se abrió la puerta de la dirección, entró uno y dijo Mabel... –no pidió permiso, no dijo buenas noches, no dijo nada...- dijo “esto lo hicimos entre un grupo de compañeros porque queremos que se lleve las impresiones de lo que vimos...” Y SE SENTO!, se sentó ahí... Yo me quedé media... así... (gesto de desconcierto). Después, cuando me puse a leer tranquila todo lo que habían escrito... dije, el éxito es esto entonces. Haberle llegado a chicos de una secundaria, nocturna, con este espectáculo, que se supone que es un espectáculo para mayores, y que el chico lo entienda, y que el chico pueda incluso reflexionar y aportar sus opiniones... el éxito es esto!.
Claro!, también el éxito también es tener un programa de televisión y estar contratada y tener un montón de plata... pero no es mi caso. Cuando yo hice mucha televisión era la época de televisión de sueldos pobres. O sea que todo era granito de arena más granito de arena.

L. O.: Mabel Manzotti hizo películas, papeles protagónicos, papeles secundarios, musicales, teatro, monólogos... podemos ver en su vida artística una capacidad de adaptación impresionante. En la vida cotidiana, también esa capacidad de adaptación?

M. M.: Sí, HAY QUE ADAPTARSE. Yo, por ejemplo, sigo haciendo las compras... no me gusta mucho ir a los grandes supermercados, prefiero comprar en el barrio. Aunque sepa que a lo mejor me cobran algunos centavos más, pero prefiero mantener al comerciante del barrio.

L. O.: ¿Y se comunica bien con la gente del barrio?

M. M.: Ah si!, no tengo problema.

L. O.: En cuanto al trabajo de buscar coincidencias... usted tiene una vida artística, tuvo una vida política, tiene una vida cotidiana, una vida íntima, una vida familiar... en común, algo que no cambia en la señora Mabel Manzotti.

M. M.: Yo creo que la capacidad de trabajo. Yo, en todos lados donde vos me nombres, la casa, el poco tiempo que estuve ocupando un despacho en una banca, y en mi trabajo del que vivo, YO TRABAJO. A mí me enseñaron a trabajar y yo trabajo. Tengo quinta, me encanta tener quinta, y la trabajo yo. Me gustan las flores, pero este año me dediqué a la quinta. Porque no hay nada más rico que comer tu lechuga, tu acelga, tus tomates... cuando vas a poner perejil, que sea tu perejil, el que vos sembraste, el que vos cuidaste y el que vos regaste. Pero eso, ESO, es difícil que la gente que tiene tierra, que dispone de tierra y que dispone a lo mejor que una municipalidad le regale las semillas para que lo haga... lo tenga. La gente no tiene costumbre de eso que tu abuelo, o tu papá, o mi abuelo sí tenían.


L. O.: Mabel, usted hablaba de comida. Cuando está sentada, en un restaurante, con sus amigos, y se quiere ir con un rico recuerdo en el paladar. ¿qué pide de postre?

M. M.: Ah!, no como postre...



Después de decir eso, la señora Mabel Manzotti se acomodó sus anteojos, encendió otro cigarrillo, y me regaló una de sus cálidas sonrisas.

Fernando Puente
Enero de 2003
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